miércoles, diciembre 20, 2006

¡Ay! está la producción nacional


El incremento de producción nacional en la programación de medios de comunicación televisivos bolivianos, marcan la nueva y renovada etapa de la comunicación en nuestro país. La inclusión de la pollera en programas que tienen mucha aceptación y, claro está, muchos auspiciadores, el apoyo al turismo, al periodismo investigativo, al análisis político y a espacios de opinión que gozan cada vez de más audiencia, son prueba clara de ello.

Son cada día más los programas hechos en Bolivia, que reemplazan a “enlatados” extranjeros que por mucho tiempo ocuparon horarios estelares en los medios televisivos.

Los nuevos profesionales, de la mano de una avanzada tecnología, nutren acertadamente con nuevas propuestas y en una gran variedad de géneros, el menú televisivo, dando la oportunidad a nuevos presentador@s, animador@s, periodistas, productor@s, comentaristas, etc. que son l@s protagonistas de esta nueva etapa comunicacional.

Sin embargo, algunos, respaldándose en su “formación académica”, crean nuevas formas de expresión, haciéndole un vano favor a la lengua española. Expresiones como las que se escuchan en algunos programas pueden dar fiel testimonio de ello.

Los ejemplos son muchos. ¡Ay! está…cuando lo que quieren decir es: Ahí está. Ya nomás, cuando se puede decir: Ahora, A continuación, Enseguida, etc. Ahora hablaremos de lo que es los calzados… cuando se puede decir: Ahora hablaremos del (de los) calzado(s)...; o la clásica frase de algunos periodistas: “…existe una tensa calma”. Usada como una metáfora, podría reflejar una situación incierta, pero de ésta podría evolucionar frases como “existe un calor frígido”, “es una mañana muy nocturna”, “existe una mejoría empeorada”, y otras ambigüedades.

Los medios deben informar y entretener, pero sobre todo, deben educar. Más, si la educación en Bolivia es deficiente. Los productores y los que forman parte de estas nuevas propuestas deben tomar en cuenta estos aspectos que, de ninguna manera, deben pasar desapercibidos. Es bueno innovar, pero tendría mejor asidero si se tiene calidad.

Agua bendita vs. k’oachada

Por: Súsej Paz Manú

Hace algunos meses, en un programa televisivo que tiene cobertura nacional y que dice ser la “red número uno”, observé la entrevista hecha a Sebastián Obermaier, benefactor y artífice de la construcción de las “mezquitas” católicas en la ciudad de El Alto.


La casi discusión de esta persona con el conductor del programa, a cerca de las declaraciones del Ministro de Educación –y “culturas”, para puntualizar­­- Felix Patzi, me recordó la elocuencia con que el “padrecito” manifiesta su oposición a que la materia de Religión desaparezca del pensum colegial.

Mi querido padrecito, yo que soy bautizado y “dizque” católico al igual que muchos de mi familia, puedo asegurarle que nunca pude opinar al respecto, pues cuando recibí la bendición y el chorro de agua, no cumplía ni un año de vida…podría decirse que a mi también “me impusieron la cruz”.

En las escuelas y colegios fiscales convergen personas de distintos credos o ¿cree, padrecito, que todos tienen el dinero suficiente para poder inscribir a sus hijos en la escuela o colegio que mejor le parezca, o que respete y practique su credo?

Al respecto. no pretendo experimentar que es lo verdaderamente eficaz, si persignarse o challar las esquinas, si confesarse y comulgar o pedirle favores a la pachamama; si acudir a un cura o a un yatiri, o simplemente, si el agua bendita es más efectiva que la k’oachada.


La discusión debería centrarse en impartir, en los colegios, nociones de moral y ética, valores fundamentales que hoy no son practicados y que serían realmente útiles en la formación de todo boliviano. Pero de ninguna manera pedirle a un protestante que dibuje o venere a la virgen María, o, en el peor de los casos, pedirle a un musulmán que se persigne cuando pase frente a una iglesia católica.

Nuestros pueblos aceptaron esta imposición en el pasado, dándole otro sentido y adecuando sus creencias a la que en ese momento llegaba junto con la cruz y de la mano del español. En tiempos en los que se enarbola la bandera de la democracia y, más, después de medio siglo de opresión que soportaron los pueblos indígenas y originarios de nuestro país y de toda América, ¿seguirán éstos permitiendo la imposición de un credo o una religión?

Es tiempo de “rayar” la cancha para que esta vez “todos” podamos ser parte del juego. Se dice mucho de la pluriculturalidad y el multilinguismo, pero cuánto se hace por integrar,, en una sociedad excluyente, a los que en verdad representan y son el vivo ejemplo de estos conceptos...

Mis queridos hermanos -no importando el credo que practiquen- sólo les pido a los Dioses de todos ustedes, que iluminen a sus representantes. Es tiempo de consensuar y no de imponer, es el tiempo de la diversidad y no del monopolio, es tiempo del respeto y no de la intolerancia.

De todas formas, a manera de confidencialidad, tomé las fotos del Padre Obermaier y del Ministro Patzi para comenzar el ritual. Acudí a dos de los métodos antes mencionados: agua bendita y k’oachada; después de esperar un momento observé que no hubo confrontación alguna, permitiéndome llegar a una conclusión: Jesús y la Pachamama pueden convivir.